En nuestro último informe, Conducive Space for Peace (Espacio Conducente a la Paz) difunde las ideas de más de 450 constructores de paz que durante Abril, Mayo y Junio de 2020 realizaron consultas sobre las implicaciones de la crisis de COVID-19 para financiar la construcción de paz local. A través de conversaciones virtuales, intercambio de plataformas en línea, diálogos en vivo, consultas grupales y una encuesta que involucra a constructores de paz de más de 60 países, Conducive Space for Peace explora el cambiante panorama de financiamiento como consecuencia de la crisis de COVID-19.

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Algunas conclusiones principales:

  • Las pequeñas organizaciones locales de construcción de paz están en la primera línea de la construcción de paz, incluso durante la crisis de COVID-19, sin embargo han sido las más afectadas por la crisis. Cuatro de cada cinco constructores de paz locales han tenido una reducción en sus fondos para desde el inicio de la pandemia y se han suspendido sus programas de construcción de paz.
  • Se necesita desesperadamente un nuevo compromiso con los principios del Gran Acuerdo; si las instituciones internacionales de construcción de paz y desarrollo no actúan ahora, está en juego la sostenibilidad de la construcción de paz.
  • La crisis de COVID-19 presenta múltiples desafíos, pero también puede ser un portal para el cambio; una oportunidad para trasladar el poder a los constructores de paz locales y cambiar la forma de trabajar. Quizás se necesita una crisis para verdaderamente darnos cuenta del papel crítico que tienen los constructores de paz locales en los esfuerzos globales y locales para construir paz.

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